Recetas

PAN SIN AMASAR PARA MIMAR A MAMÁ❤️

¡Hola!

Si hay algo que amamos preparar en casa, definitivamente es pan. Y sabemos que a mamá también le encanta.

¿Has probado qué tal sale en una olla de hierro fundido? El resultado es simplemente espectacular.

Piénsalo bien: El hierro fundido crea esa insulación de calor tan preciada que los panaderos buscan, que crea la corteza perfecta…Además, la presentación es inmejorable.

¡Y nos gusta aún más no tener que amasar!

Probamos y recomendamos esta receta de Jim Lahey (fundador de Sullivan Street Bakery, NY). Su receta cambió el juego: Solo necesitas una Dutch oven, harina, levadura, agua, sal y el panadero más novato puede preparar un gran pan en casa.

No tener experiencia no es una excusa para no preparar este delicioso y sencillo pan.

Ingredientes:

  • 3 tazas de harina panadera
  • 1 ¼ cucharadita de sal
  • ¼ cucharadita de levadura seca instantánea o activa
  • 1 ⅓ tazas de agua fría
  • Harina adicional para espolvorear

Instrucciones:

En un bowl mediano, mezcla la harina, la sal y la levadura. Añade el agua. Mezcla con una cuchara de madera o con la mano hasta obtener una masa húmeda y pegajosa (unos 30 segundos). Asegúrate de que esté bien pegajosa al tacto (si no lo está, añade 1-2 cucharadas más de agua). Tapa el bowl y déjalo reposar a temperatura ambiente, lejos de la luz solar directa, hasta que la superficie se vea con burbujas y la masa haya doblado con su tamaño (unas 12-18 horas).

Cuando termine la primera fermentación, espolvorea generosamente la mesa donde estés preparando con harina. Utiliza una espátula para raspar la masa sobre la superficie en una sola pieza. Cuando empiece a separar la masa del bol, se agarrará en hebras largas y finas (eso es el gluten ya desarrollado), y se sentirá bastante suelta y pegajosa; en ese punto ya no debes añadir más harina.

Utiliza las manos ligeramente enharinadas o una rasqueta o espátula para levantar los bordes de la masa hacia el centro. Empuja y mete los bordes de la masa para darle forma redonda.

Coloca un paño de cocina de algodón o lino sobre la superficie donde estás preparando la masa y espolvorea generosamente el paño con harina. Utiliza las manos, una rasqueta o una espátula de madera para levantar suavemente la masa y colocarla sobre la el paño. Si la masa está pegajosa, espolvorea ligeramente la parte superior con harina. Dobla los extremos del paño sin apretar sobre la masa para cubrirla y colócala en un lugar cálido y sin corrientes de aire para que leve durante 1-2 horas. La masa estará lista cuando esté casi doblada en tamaño. Si la pinchas suavemente con el dedo, haciendo una hendidura de medio cm de profundidad, debería mantener la impresión. Si no es así, déjala subir otros 15 minutos.

Precalienta el horno a 250°C por 30 minutos antes del final de la segunda levada, con la rejilla en la tercera posición inferior, y coloca una olla de hierro fundido en el centro de la rejilla.

Con ayuda de unas agarraderas, saca con cuidado la olla precalentada del horno y destápala. Desarma el paño de cocina, espolvorea ligeramente la masa con harina, levante la masa, ya sea sobre el paño o en la mano, e inviértela rápida y suavemente en la olla. (Ten cuidado, la olla estará muy caliente). Tapa la olla y hornear durante 30 minutos.

Retira la tapa y sigue horneando hasta que el pan adquiera un color castaño intenso, entre 15 y 30 minutos más. Utiliza una espátula resistente al calor o unas pinzas para sacar el pan con cuidado de la olla y colocarlo sobre una rejilla para que se enfríe bien. Espera a que se enfríe para cortarlo en rebanadas, aproximadamente una hora.

Si te encanta cómo se ve, te sugerimos adquirir una olla esmaltada Lodge. Son más que excelentes para prepara todo tipo de guisos, salsas, menestras, etc. Y decoran hermosamente tu cocina con solo reposar allí. Además, bien cuidadas, deberían acompañarte por muchísimos años.

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